Imagina ser abandonada, atada y dejada a su suerte, luchando por encontrar comida en una bolsa de basura. Esa fue la desgarradora realidad de Lisa, una pequeña perrita mestiza que Sabine y su equipo encontraron en pésimas condiciones.
La gente se asustó por su apariencia y pasaban de largo, pero Sabine y los voluntarios del grupo de rescate Little Steps Matter sabían que debían ayudarla.

Estaba claro que la condición de Lisa no se había desarrollado de la noche a la mañana. La habían abandonado cruelmente, atada para que no pudiera correr tras sus dueños. El equipo de rescate la llevó rápidamente a la clínica veterinaria, donde se descubrió que Lisa estaba gravemente deshidratada, padecía sarna y tenía un cáncer en etapa temprana. Tuvo que recibir suero intravenoso en la clínica para comenzar su recuperación.

En tan solo tres semanas, Lisa fue declarada libre de cáncer, y el dolor y el sufrimiento de su pasado quedaron atrás. Tras un mes con sus rescatadores, se sintió lo suficientemente fuerte como para conocer a otros perros en el centro de rescate. Aunque al principio fue abrumador para ella, los otros perros fueron amables con los recién llegados, y Lisa pronto se adaptó bien.

Lisa se convirtió en una perrita juguetona, dulce y cariñosa, que disfrutaba de aventuras como correr por la playa, nadar con sus amigos y escarbar en la arena. Ahora, con alrededor de un año y ya adulta, Lisa puede ser un poco tímida al principio, pero se abre rápidamente y tiene muchísimo amor y alegría para dar.