El perro, con la mirada rota y el cuerpo tembloroso, solo esperaba que alguien, cualquiera, le ofreciera un poco de amor.

Los fuertes vientos transmitían una sensación de urgencia al acercarse al lugar: un perro demacrado se acurrucaba contra los cimientos de una casa, buscando refugio del clima implacable. Su frágil cuerpo delataba una historia de abandono y penurias, pero sus ojos revelaban un rayo de esperanza a medida que el equipo se acercaba.

“Solo esperaba que alguien… cualquiera… fuera amable con él y lo ayudara”, compartió SRSL en Facebook . Donna Lochmann, jefa de socorrismo, dirigió la aproximación con suaves palabras de aliento. El cachorro, aunque inicialmente inseguro, pronto comprendió que no pretendían hacerle daño. En cuanto estuvieron a su alcance, el perro, posteriormente llamado ‘Nico New Beginnings’ o Nico para abreviar, se rindió a su bondad, apoyándose en sus brazos como si dijera: “Gracias”.

Cuando llegó el momento de llevarlo a un lugar seguro, Nico sorprendió a todos. La mayoría de los rescates requieren que lo persuadamos suavemente con una correa, pero Nico no. “Ni siquiera necesitábamos correa”, escribió SRSL . “Nos dejó levantarlo y subirlo directamente al Jeep de rescate”.

El camino de Nico hacia la recuperación comenzó de verdad cuando se mudó a un hogar de acogida con una familia cariñosa. Desde entonces, ha ido subiendo de peso poco a poco y mostrando su carácter juguetón, casi como el de un cachorro. Su madre de acogida comenta que la actividad favorita de Nico es dar besos.