Una rescatista de animales ha detallado la horrible experiencia de una perra hambrienta que estaba encadenada afuera y los traumáticos esfuerzos que tuvo que hacer para sobrevivir.
A principios de este año, Jenni Busby, de 47 años, voluntaria de Magnolia Mutts Rescue en Grenada, Misisipi, fue alertada de un par de perros encadenados, sin refugio ni comida. Un vecino los reportó y dijo que parecía que “un perro estaba muerto de hambre” y el otro se encontraba en apuros.
Busby se dirigió allí de inmediato y encontró a la cachorra, llamada Skittles, acurrucada en una caja de arena rota, intentando entrar en calor. A su lado estaba la caja torácica de la perra que falleció, según declaró Busby a Newsweek: «No había duda de cómo seguía viva». La pobre Skittles había recurrido a comerse el cadáver de la otra perra, pues estaba hambrienta y desnutrida.
Pensar en lo que pasó es devastador. La idea de que pudiera morir de hambre en el frío y sin techo me duele el corazón. Tenía una cadena pesada alrededor del cuello que le impedía valerse por sí misma, y estaba tan enredada que no podía protegerse de la lluvia —dijo Busby—.
Aunque al principio Skittles no le tenía confianza a Busby, era evidente que agradecía recibir ayuda. Busby la ayudó a soltarse de la cadena y la subió a la parte trasera del coche, donde empezó a comer la comida para perros que le habían dado.
No se sabe cuánto tiempo Skittles estuvo afuera sin comer, pero Busby se siente aliviada de que ese capítulo de su vida haya terminado. Su hogar ya está lleno de perros de acogida, así que Skittles no tardó mucho en hacer nuevos amigos y empezar a sentirse como en casa.
“Parecía muy triste la primera semana, pero no tardó mucho en recuperarse”, continuó Busby.
Se lleva bien con todos, pero le cuesta cavar hoyos en el jardín y también persigue ardillas y zorrillos. Le encanta estar al aire libre, y nos cuesta mucho que vuelva a entrar porque pasa muchísimo tiempo corriendo y disfrutando de ser un perro.
Skittles tras ser rescatada por Busby y aprender a prosperar en su hogar de acogida. A Skittles le encanta estar al aire libre y pasa la mayor parte del tiempo cavando hoyos y persiguiendo ardillas en el patio. / TikTok