Una perra de caza abandonada lloraba sin consuelo, hasta que con su mirada dulce devolvió la esperanza a sus rescatistas.

Rescate Animal Galgos del Sol acude al rescate de miles de galgos (galgos de caza españoles) que son abandonados o sacrificados cada año al final de la temporada de caza en España. No se consideran mascotas potenciales, por lo que terminan en refugios de animales sacrificados o, con mayor frecuencia, abandonados en la carretera.

Así fue como encontraron a Matilda. Estaba desconsolada y dolorida, sola en la calle y no paraba de llorar. Su delgada figura dejaba ver todos sus huesos, pues pesaba la mitad de lo que debería.

Un grupo de jóvenes llamó a Tina Solera, fundadora y presidenta de Galgos del Sol Animal Rescue, para contarle sobre Matilda. Tina escribió en Facebook que estaba pasando por el pueblo en el que se encontraba cuando recibió la llamada. Pensando que podría rescatar a Matilda sin una trampa, las cosas no salieron tan bien como esperaba. Algunos jóvenes la ayudaron a meter a la perra en la jaula.

“Esto también fue duro porque mordía y, por supuesto, la única vez que necesité el bozal, no lo tenía”, dijo Tina sobre el rescate de Matilda. “Los gritos y el llanto fueron muy estresantes y todos estaban disgustados, pero qué valientes fueron los jóvenes que me ayudaron y que, con suerte, se convertirán en embajadores de los galgos”.

Una vez que Matilda estuvo a salvo con ella, Tina la llevó al hospital. Ella seguía gritando y llorando, y Tina no sabía si lo hacía por dolor o miedo.

Tina, quien se mudó del Reino Unido a Murcia, España, con su familia y es madre de dos hijos, dijo que el llanto de Matilda le rompió el corazón. “He envejecido unos 30 años en la última hora; el llanto y los gritos son tan estresantes que te hacen sentir inútil. Ahora está a salvo”.

La perra demacrada estaba cubierta de garrapatas y tenía fiebre. Le harían una radiografía de cuerpo completo y una tomografía para ver si tenía alguna fractura, pero no se encontró nada evidente, así que le pusieron una vía intravenosa, analgésicos y una cama blanda para dormir.

Unos días después, Matilda se sentía mucho mejor. “Mucho trauma emocional, todavía grita un poco, pero se tranquiliza. Es solo una cachorrita y ya ha pasado por momentos difíciles”, describió Tina. “Creo que se recuperará pronto. Ha estado hidratada los últimos días y está en tratamiento contra las garrapatas. Está comiendo bien, pero lo mejor de todo es que antes la vimos menear un poco la cola…”. El adorable meneo de la cola de Matilda y sus primeros días se pueden ver en el video de abajo.