No todos los días te encuentras con un Golden Retriever en Tailandia, pero cuando Niall Harbison se encontró con uno muy enfermo y hambriento, no tenía idea de cuán profundamente impactaría su vida.

La perra, que más tarde se llamaría Tina, estaba atada a una cadena corta y su salud era extremadamente delicada. Algo en ella le recordó a Niall su propia lucha contra la adicción. Supo al instante que tenía que rescatarla. Los golden retrievers son raros en Tailandia, pero había algo en Tina que le decía que era especial.

Niall la vio por primera vez en fotos compartidas por dos turistas que habían visitado un centro de visitantes en la cima de una montaña. Su rostro estaba tan triste, tan destrozado, que algo le conmovió profundamente. Les envió un mensaje a sus amigos y a la mañana siguiente fueron a buscarla.
Encontró a Tina atada debajo de una casa, en un estado lamentable. En 20 minutos, negoció con sus dueños y la llevaron al veterinario.

Pero Niall subestimó lo enferma que estaba. En ese momento, desconocía el síndrome de realimentación —una condición peligrosa para los animales desnutridos— y su recuperación estuvo llena de altibajos. Desarrolló hinchazón, una afección potencialmente mortal, pero se recuperó milagrosamente.
A pesar de todo, Tina parecía encantada de recibir finalmente amor y cuidados. A los pocos días, empezó a ganar peso y a recuperar la vida.
Pasó seis meses con Niall antes de fallecer tristemente.
Tina dejó una huella imborrable en su corazón. Niall creó un video homenaje para honrarla y le atribuye haber inspirado una transformación completa en su vida. Gracias a Tina, se dedicó a ayudar a los perros callejeros en Tailandia.
Fundó Happy Doggo, que ahora ofrece servicios de esterilización y castración, apoyo de rescate y esfuerzos de adopción para cientos de perros.