Toda perrita que ha tenido la desdicha de no poder vivir en un techo seguro, bajo el resguardo de una familia amorosa, anhela inmensamente tener una segunda oportunidad de vida para demostrar los seres hermosos que son y todo el amor que pueden dar a quien los acoja.

Esperancita desfallecía por desnutrición, además de una terrible sarna que le ocasionaba una insoportable picazón en todo su cuerpo, en la calle 21 de Marzo, en Xalapa, México. Su condición era tan grave que todos los que caminaban a su lado decidían no ayudarla, pensando en que no podía hacerse nada por salvar su vida.

De inmediato, los voluntarios de la asociación quedaron impresionados con la historia y estado de Esperancita, así que acudieron urgentemente para trasladarla a una clínica veterinaria donde pudiera ser examinada.

Pese a todo, la perrita se aferró a la vida. Esperancita no podía siquiera mantenerse de pie, pero gracias al apoyo y amor incondicional de sus rescatistas pudo recuperar su salud. Requirió de muchos baños, tratamientos especializados y medicamentos.

“Fue rescatada de una desnutrición extrema y problemas de piel. Pesaba solo 6 kilogramos y apenas se sostenía con sus piernitas temblorosas; tenía una hernia umbilical enorme, problemas gástricos y cuando se le servía su comida se llevaba su plato hasta el rincón, donde nadie la viera. Solo comía cuando nadie la veía, tenía un temor enorme a los humanos”, comunicaron los rescatistas a través de sus redes sociales.

Los rescatistas decidieron no rendirse y dar todo de sí para sanar el corazón de la perrita. Con mucho amor y paciencia, la pequeña logró vencer la desnutrición, ganando 20 kilogramos; también cedió la sarna y se recuperó satisfactoriamente de la extirpación de su tumor.