Aunque los animales no merecen violencia y pueden brindar amor incondicional incluso cuando son maltratados, algunas personas no entienden cómo tratar a un ser vivo. De hecho, algunos desconocen el sufrimiento que existe al otro lado, en el abandono y la tortura;no les interesa saberlo.
La historia que hoy contamos ocurre en Colombia y tiene como protagonista a un perrito que incluso fue arrojado a una bolsa de basura. Nos preguntamos “¿cómo lo hacen?”, muchos solo preguntan de forma inhumana “¿cómo me deshago de él?”. He aquí la dramática diferencia.

“¡Ahí viene algo! ¡Hay algo ahí dentro!”, se escucha decir a un hombre en un video publicado en redes sociales. Así que lo sacaron y se dieron cuenta de la tristeza y la crueldad de esta historia y de lo que había pasado el perro. La basura dentro de la bolsa hundía aún más la trampa de plástico, destinada a arrastrar al pobre perro.

Tras llegar a las redes sociales y captar la atención de muchos usuarios, Magdalena se convirtió en “el pequeño milagro que surgió del río” precisamente por su historia. Ya no se trata de una historia de abandono ni de un perro encontrado lamentablemente muerto, sino de un renacimiento. Gran indignación, sin duda, para el autor de este acto cruel y despiadado.