Lo dejaron ciego y solo en la calle, pero su colita aún se movía, esperando que alguien lo amara algún día.

El triste fenómeno del maltrato canino no parece detenerse ni tener límites. Es una tendencia difícil de rastrear, ya que a menudo ocurre en entornos privados o, en cualquier caso, “protegidos” de la mirada de las personas. Por lo tanto, lamentablemente, aún queda mucho por descubrir sobre las prácticas que pueden implantarse tanto en hogares como en granjas. Por lo tanto, siempre conviene recordar que, si sospecha que un animal está siendo maltratado, lo más adecuado es denunciarlo a las autoridades o a una asociación protectora de animales.

Eso fue lo que hizo un veterinario cuando un día se topó con el pobre Benki, un perro que había sufrido un maltrato atroz . Benki había crecido en una granja canina en Lara, Venezuela. Por lo tanto, su existencia siempre estuvo ligada a sus criadores, quienes un día decidieron deshacerse de ese cachorro indefenso. Sin embargo, antes de abandonarlo, los responsables hicieron algo aún peor.

Las atrocidades sufridas por Benki superan cualquier imaginación. Antes de abandonarlo en la calle, los criadores le sacaron ambos ojos , dejándolo completamente ciego. Además, alguien lo golpeó con mucha fuerza en una pata trasera. En esas condiciones, Benki no pudo escapar ni intentar defenderse. A pesar de todo, el cachorro sobrevivió. Vivió en la calle un tiempo antes de que un veterinario lo viera. El hombre, profundamente afectado por la condición del cachorro, lo sometió a todos los controles necesarios.

Sorprendentemente, la salud de Benki era en general buena. Sin embargo, lo que realmente se había visto comprometido por todo ese maltrato era su psique. El perro, de hecho, estaba profundamente traumatizado . Aun así, decidió darles una segunda oportunidad a los humanos, confiándose al cuidado y el cariño de un equipo de especialistas. Gracias a la delicadeza de estos últimos, Benki comenzó a recuperar la esperanza y la vitalidad desde los primeros días. Después de 10 días, el pobre perro parecía haberse adaptado perfectamente a su nuevo entorno.

Benki ya está listo para experimentar el amor libre de una familia que realmente se preocupa por su bienestar. Esperamos que la vida le recompense por todo el sufrimiento que ha padecido.