
Si hay algo que nunca entenderé es cómo algunas personas pueden ser crueles con un animal indefenso sin ningún motivo.
Muchos perros solo quieren tener comida, un techo y alguien a quien amar, pero el trato que reciben de algunos humanos a veces puede ser demasiado para ellos.

Cuando los rescatistas vieron por primera vez a Milagro, ella estaba en una zanja a la que alguien la había arrojado y estaba muy asustada.
Estaba tan desnutrida que no podía moverse sola, así que se quedó donde estaba. Sin embargo, sus rescatadores estaban decididos a ayudarla.

Tuvieron suerte de encontrarla cuando lo hicieron porque el agua en la zanja eventualmente subiría, y quién sabe qué pasaría entonces.
Ahora que estaba a salvo, la llevaron inmediatamente a una clínica donde recibiría el tratamiento que merecía.

Los veterinarios siguieron ayudándola y notaron un pequeño cambio con el paso del tiempo. Ahora podía ponerse de pie.
Aunque todavía era muy tímida e insegura con las demás personas, los rescatistas notaron que estaba mucho mejor e incluso podía caminar.

Milagro se ha encariñado mucho con sus rescatistas e incluso ha comenzado a mostrar su pequeño movimiento de cola cada vez que están con ella.
Esto fue bueno porque significó que se estaba recuperando de su trauma pasado y comenzó a confiar en otras personas.
Pasó un tiempo y Milagro quedó irreconocible. Ahora parece una perrita muy sana que solo quiere disfrutar de la vida.
Aunque no sabemos qué pasó después o si encontró un hogar permanente con alguien, tengo fe en que sus increíbles rescatistas hicieron todo lo posible para ayudarla.