El cambio que ha tenido el perrito es conmovedor y por eso te traemos su historia.

Su nombre es Snappily, que significa rápido en inglés. Sus salvadores decidieron llamarlo de esa manera debido a la prontitud con la que el animal les robó el corazón. Este canino se encontraba sumergido en un agua lodosa, al parecer había quedado atrapado en el lugar después de caer “por error” y no poder salir.

El perrito fue reportado por un samaritano ante los voluntarios que decidieron no desperdiciar ni un minuto y fueron a ayudarlo. Al llegar vieron al peludo resignado, parecía que ya no tenía fuerzas para continuar y, aunque en principio no lo comprendía, decidieron salvarlo.

Después de ser sacado del estanque, el animal recibió ayuda médica: un chequeo exploratoria para determinar su condición y posteriormente se sometió a un estudio de Rayos X. la comida y el amor no le faltó al peludo a partir de ese momento.

Algo que sorprendió mucho a los rescatistas que actuaron en este caso fue que la quietud del animal desde el primer momento en que lo encontraron. Al sacarlo del pozo, el perrito no mostró nerviosismo, pero tampoco felicidad e igual durante su consulta.

Antes de que el perrito fuese operado, los especialistas probaron por el uso de unas botas ortopédicas y rehabilitación para ayudar a que sus miembros se fortalecieran. Ese camino era evidentemente más largo pero arrojaba una esperanza más a la vida de Chico, tal como lo bautizaron después de superar la primera etapa de su rescate.

La recuperación del peludo llevó meses y mucha dedicación de parte de sus cuidadores. Chico se convirtió en uno de los consentidos del refugio y logró ganarse también el aprecio de otros caninos en el lugar.

Ahora el can luce un hermoso pelaje y es un gran compañero de los niños. Los pequeños que visitan el refugio suelen divertirse mucho con C hico, pues él es un perrito tranquilo y amoroso. Ahora el animal sabe que la vida no es tan gris como el pensaba y que hay personas dispuestas a ayudarlo siempre.