Cualquier perro es el ser más amoroso y bondadoso que existe. No es extraño que muchos de estos angelitos de cuatro patas, al ver a otros compañeros peludos en apuros, aunque ni siquiera los conozcan, hagan lo que sea para salvar su vida.

Fue el triste episodio que presenció un cazador de Luçon, en Vendée, Francia, cuando iba de regreso con sus tres perros, como todos los domingos, por una zona boscosa.

Al respecto, el hombre relató:
«Regresé de la caza por un camino que no tomo a menudo. Cuando mi perro ladró de una forma muy inusual, y realmente desesperado, supe que debía detenerme de inmediato».

Y verdaderamente, el inteligente perrito no se equivocaba. Poco más allá, en medio de la nada, en pleno bosque, estaba un pobre perro, atado a un árbol con una cadena de hierro.
Su mirada imploraba clemencia

El cazador se dio cuenta de que el hecho de que ni siquiera se dejara tocar, significaba que había sido víctima de repetidos malos tratos en manos de sus dueños anteriores.

Su devastadora mirada hablaba de lo dura que había sido la vida con él

¡Pobre, pequeño! Se nos arruga el corazón sólo de pensar lo que tuvo que sufrir en el pasado y lo que vivió todos esos días atado, sin comida, sin agua, como si de un criminal se tratara.

Ahora el perro se encuentra en las instalaciones de SPA, donde lo están alimentando, para que recupere su peso y se hidrate.