Cada noche se escapaba con una bolsa en el hocico; cuando la siguió, descubrió que llevaba comida a sus cachorros que nadie más vio.

Una humilde mujer decidió adoptar una perrita callejera de su pobre aldea. Lamentablemente, demasiados animales luchaban por sobrevivir. No podía ayudarlos a todos, pero podía ayudar a un animalito especial que lo merecía, ¡así que lo hizo!

perrita

Lucia Helena de Souza, en medio de su pobreza, siempre ha sentido un gran amor por los animales. Por eso, en cuanto vio a Lilica, no dudó en ayudarla y ofrecerle su hogar.

Todo parecía ir completamente normal pero con el paso del tiempo, Lucia comenzó a notar un extraño comportamiento en su nueva amiga.

Además, Lilica siempre lucía muy hambrienta, porque nunca comía toda la comida que Lucia le daba. Siempre dejaba más de la mitad, tomaba la bolsa con su hocico y se iba rápidamente de allí.

La perrita recorrió kilómetros hasta llegar a un triste lugar donde se congregaban animales sin hogar. ¡Lo que vino después dejó boquiabierta a la mujer!

Afortunadamente, algunos pudieron cambiar su suerte. Pero muchos otros seguían siendo arrojados por sus dueños, al igual que Lilica cuando llegó allí, como si de un mueble viejo se tratara, junto al resto de desperdicios.

Siempre se preocupa especialmente por las camadas, aun si se trata de hijos de otra madre.

Lilica vive de manera permanente con Lucia y no puede estar más agradecida

Lilica es maravillosa. Muchos creen que los animales se guían solamente por sus instintos pero esta dulce perrita demostró que aun en sus tiempos de mayor necesidad, no había nada más importante que poder ayudar a los demás.

Desde Zoorprendente nos admiramos de la compasión, empatía y solidaridad de Lilica, es una prueba de que los perritos son ángeles en la tierra.