Sin lugar a duda, los animales son seres muy especiales, con un sentido de lealtad y agradecimiento que va más allá de cualquier mala experiencia que les haya tocado vivir.

Afortunadamente, un par de buenos samaritanos residentes del área escucharon ese ruido que solo denotaba angustia, y sin pensarlo decidieron investigar de qué se trataba.

Encogida en el frío suelo estaba Gracie, una bulldog de 2 años, desesperada por afecto. Gracie rápidamente corrió a hacia sus rescatadores acurrucándose con ellos y llenándolos de besos y más besos.

Los rescatistas escribieron en su cuenta de Facebook que habían encontrado a una pequeña y dulce perrita que necesitaba mucho amor, atenciones y cuidados. También advirtieron en el mensaje para que alguna organización viniera por ella.

Cuando el personal de Queen City Bulldog Rescue (QCBR) vio la información, inmediatamente fue a la casa deshabitada para ayudar al desesperado animal.

«¡Ella anhelaba el toque humano! En el momento en que nos pusimos en contacto con ella, de inmediato confió en nosotros y supo que estaba a salvo».

Corrió y rodó sobre la hierba con una indescriptible sonrisa en su rostro. Su mirada de agradecimiento y felicidad significó todo para todos quienes ayudaron a liberarla.
Gracie recibió tratamiento para infecciones de la piel y una cirugía de esterilización.

Su familia adoptiva se enamoró de esta adorable, tierna y dulce bulldog. Gracie encontró un hogar lleno de amor para ella.

Lejos de la oscuridad del sótano aprendió lo que significa ser una mascota amada.