Muchas veces una persona muy humilde, con pocas oportunidades en la vida, puede ser rica de corazón. Está demostrado incluso que, en la mayoría de las ocasiones, quienes menos riquezas tienen, son los que mayores sentimientos albergan en su corazón, convirtiéndose en inspiración y ejemplo para el mundo.

Afortunadamente, en el camino de esta perrita apareció una humilde mujer que trabaja en la limpieza, quien no pudo ser indiferente y dejarla de lado, especialmente porque la peludita no podía mover sus patas traseras.

La perrita fue dejaba en plena calle por un automóvil, alrededor de las 4:50 pm de la tarde. El pasajero abrió la puerta, metió al animalito en una bolsa sobre la calle y se marchó sin siquiera mirar atrás. Quizás para no cargar en su conciencia ese cruel momento en que la perrita quedaba desesperada y llorando, por culpa de la familia que pensó jamás la dejaría de amar.

El vecino pidió ayuda al jefe de seguridad del vecindario, quien llamó a una clínica veterinaria para examinar a la perrita a la que llamaron posteriormente Neguinha.
Tras la llamada, la mujer de la limpieza decidió llevarse a su nueva amiga a casa, antes incluso de pensar en si podría quedarse con ella a largo plazo.

Debido a que Suelen trabaja todo el día fuera de casa, no está en capacidad de adoptarla al no poder ofrecerle los cuidados y la atención necesarios.
Sin embargo, el no haber pasado de largo y brindarle una oportunidad, ya es un verdadero gesto de amor, que no lo hace cualquiera.

«Si pudiera pagar todos sus gastos, me quedaría con ella. La persona que quiera adoptarla tiene que asumir la responsabilidad y yo me comprometeré a hacer un seguimiento. Una vez a la semana, iré a ver si está bien cuidada. No quiero que nadie más le vuelva a hacer daño», afirmó Suelen.

Pero, Neguinha no podía imaginar que pronto su suerte cambiaría para siempre. Por fortuna, debido a que su historia se hizo viral, un día Suelen recibió la visita de una maravillosa rescatista independiente y amante de los animales, Regina Maria da Silva.
Ella le dijo a Suelen que adoptaría a Neguinha y se la llevaría a su refugio, donde tiene otros 200 animalitos, la mayoría discapacitados.

Fue así como Neguinha fue rebautizada como Frida y ahora goza de todo el amor de su nueva humana, y de cientos de angelitos caninos que la recibieron como una hermana más. Al respecto, Regina comentó:
“Los animales son especiales. Son ángeles. No tienen nada de malo. Son puros, verdaderos y nos devuelven el cariño con todo lo mejor que tienen, que es el amor puro que no tenemos los seres humanos”.

Lo mejor es que Frida ya está en tratamiento médico, y los veterinarios piensan que con paciencia y amor, probablemente vuelva a caminar. ¿No es el más feliz de los finales?

Es extremadamente lamentable que sigan sucediendo actos tan viles como este. Ayudemos a crear conciencia. ¡Gracias, Suelen y Regina, por todo lo que hicieron para salvar a esta dulce criatura de su triste destino!