A principios de enero, durante la peor tormenta invernal que Kansas City había sufrido esta temporada, un anciano se despertó en plena noche con el llanto de un cachorro fuera de la ventana de su apartamento.
No entendía por qué un perro ladraba a las 4 de la mañana, y mucho menos afuera, con una fuerte nevada y temperaturas gélidas. Cuando fue a mirar, se sobresaltó por lo que vio: agazapado dentro de una caja metálica cerrada en la acera había un pequeño perro temblando.
“Cuando llegué allí, pude verla temblando, pero cuando me vio, su cola se movió tan fuerte que sacudió la jaula”, dijo Angel, según la publicación de Facebook del refugio.
“[El perro] caminaba de un lado a otro, tenía frío, temblaba”, dijo más tarde en una entrevista con KCTV 5. “¿Cómo puede alguien hacer esto? No lo entiendo. No conoces las circunstancias, no sabes qué pasa por la mente de alguien, pero no entiendo cómo alguien pudo dejar a un perro en esas condiciones”.
Llamaron al perro Blair, en honor a la tormenta invernal en la que lo encontraron. En un curioso giro del destino, más tarde se enteraron de que el nombre de la hija de Angel también es Blair.
Blair ahora está en un hogar de acogida, y Missouri Pit Bull Rescue compartió: «Blair está sobresaliendo en el hogar de acogida. Tuvo un comienzo difícil, pero ahora es todo sonrisas».
Continuaron: «Después de todo lo que ha pasado, es increíble ver lo confiada y cariñosa que es esta pequeña. A Blair le encanta dar paseos en coche, fue un sueño en su cita con el veterinario y ha cautivado a todos los voluntarios de MPR que ha conocido. Le encanta jugar con su hermano perro de acogida y desea desesperadamente hacerse amiga del gato de su hogar de acogida. Sabe sentarse y acostarse, y está aprendiendo algunas órdenes más. Blair es inteligente y le motiva mucho la comida, así que es muy divertido trabajar con ella para que aprenda cosas nuevas».