Un hombre se encontraba trotando tranquilamente un domingo en la tarde en Bronx cuando escuchó unos ladridos. Los ladridos provenían de un lugar en las profundidas del bosque en donde una asustada pit bull se encontraba amarrada. El hombre pensó que se podía tratar de la mascota de alguien que se encontrara por allí, así que siguió su camino.
Al día siguiente no podía dejar de preocuparse por la perrita, así que se dirigió de nuevo al mismo lugar para asegurarse de que el dueño se hubiera encargado de ella. Cuando llegó allí se confirmaron sus peores sospechas y vio de nuevo a la angustiada perrita. Seguía allí y había pasado todo este tiempo sola.
Como la pit bull estaba muy asustada se mostró algo agresiva, así que el hombre decidió llamar a los expertos que sabrían bien qué hacer. Craig Fields es el director de un refugio de perros pit bull llamado New York Bully Crew. En cuanto recibió la información sobre la pit bull del bosque se dirigió allí lo más rápido posible.
Craig también notó que la perrita mostraba algunas señales de agresividad, pero gracias a su experiencia supo muy bien qué hacer. Quiso darle algo para comer así que le llevó una hamburguesa; la perrita estaba tan hambrienta que cuando vio el gesto de Craig comenzó a confiar a él.
Craig la llevó a casa. En cuestión de tan solo unas horas la perrita se transformó por completo y no paraba de darle besos una y otra vez para mostrarle muy agradecida que estaba. Era realmente amorosa.
Craig sospecha que esta pobre perrita estaba siendo entrenada para convertirse en perro de pelea.
Sin embargo, está dedicándole mucho tiempo y amor a Lana para que logre superar esa etapa tan dura de su vida y comprenda que podrá tener una vida mucho mejor.
“Eventualmente, ella olvidará todo lo que sucedió y esa es una de las cosas más hermosa de los perros. Ellos viven en el presente”.
Lana cada vez es más cariñosa así que esperan que dentro de muy poco ya se encuentre disponible para adopción y que pueda conseguir una familia que le brinde el amor que tanto necesita.