Un perrito es el ser más fiel e incondicional que puede existir, no solo con el hombre sino con los de su especie, e incluso con animalitos de especies diferentes. Ellos no hacen diferencia alguna cuando se trata de auxiliar al más necesitado y ofrecerles su pata amiga en los momentos más difíciles de la vida.

Marley se encontraba en malas condiciones, y su amigo parecía comprenderlo todo, por lo que permaneció sentado a su lado mientras llegaba la ayuda. Estaba decidido a no abandonarla, aunque fuera con su sola presencia le daba el apoyo y el consuelo que necesitaba.

Cuando Faith y su compañero de rescate llegaron al lugar, no solo se encontraron con una perrita al borde de la muerte, sino con un perrito protector que se negaba a dejarla sola.
Murphy es el perrito que se negó en abandonar a su amiga en una situación tan difícil. Cuando lograron subir a la perrita convaleciente al auto, Murphy rápidamente también se subió y se acurrucó junto a Marley en el asiento trasero.

De la manera más tierna posible y como si supiera que estaban en las manos correctas, el perrito protector dejó caer suavemente su cabeza sobre la barriga de Marley.
Cuando llegaron al hospital le hicieron los exámenes necesarios, entre ellos una radiografía que reveló varios huesos rotos y una gran sorpresa que dejó a todos en la sala con sonrisa permanente.

Su fiel amigo permaneció con ella los primeros días después del rescate. Easdale pudo notar que ambos perritos lograrían sobrevivir por separado así que hizo lo posible para encontrarle un hogar. Por suerte, fue solo cuestión de días para que una familia se mostrara interesada.

El proceso de recuperación de Marley fue lento pero logró sanar por completo. Hoy día es una perrita sana y agradecida que cuenta con una familia que la ama a ella sus cachorritos de manera incondicional.