Ser policía no es un trabajo sencillo, mucho menos para los oficiales caninos. Estos perritos son entrenados para mantener la seguridad pública y colaborar en investigaciones criminales, pero como todo oficial su integridad también se ve comprometida y Odin, un perrito policial, puede dar prueba de esto.
Este pastor alemán es parte del escuadrón K-9 del Departamento de policía del condado de Coos, en Oregon, y el pasado 20 de marzo sufrió un doloroso accidente laboral.
De inmediato, el sargento Adam Slater, compañero de Odin, decidió suspender la persecución y trasladarlo al Hospital de Animales Hanson-Meekins en Coos Bay, para que recibiese atención médica.
Odin tuvo que soportar las espinas clavadas en su hocico, patas delanteras y un par en su ojo, mientras los médicos trabajaron por más de dos horas para intentar retirar todas las agujas.
«Nos preocupaba que su ojo izquierdo pudiera haberse lesionado, pero ahora parece que debería estar bien. Está muy adolorido, infeliz y con medicamentos, pero está en casa», dijo el sargento Slater.
El día anterior al incidente, el diligente perrito había atrapado al delincuente número 80 de su carrera policial. El sospechoso Devin Wilson pudo haber sido el número 81, pero logró escapar. Ahora, el departamento policial ha emitido una alerta pues se considera como un malhechor de alta peligrosidad.
Este perrito se ha sabido ganar el amor y respeto de sus compañeros oficiales. Todo el departamento se preocupó por él ante el terrible accidente que sufrió.
Esta noticia fue dada a conocer a través de la página de Facebook del Departamento. Por este mismo medio se ha mantenido a la comunidad informada sobre la recuperación del animalito, y se agradeció a la comunidad y a los médicos que atienden al querido perro policía.
Odin regresó a las calles junto a su compañero el sargento Slater. El perrito aún tendrá que recuperarse pero el incansable animal continua feliz con su trabajo. Esta semana, Odin capturó al malhechor número 82.