Ciertamente, a todos por igual, los años no pasan en vano y la vejez se deja sentir en los huesos y los músculos cansados, que definitivamente ya no responden como cuando eran jóvenes.
Se trata de un amable anciano que vive con su amado perro mayor, en Nueva York, Estados Unidos. Por suerte, los dos se tienen el uno al otro para todo. Y para fortuna del peludito, cuenta definitivamente con el mejor dueño del mundo.
Así que, en un afán porque su perro no se pierda un solo paseo en coche, debido a que le cuesta mucho caminar, decidió construirle una rampa.
A paso ligero pero seguro, lo ayuda con mucha paciencia, amor y cuidado, a subir por la rampa, con la ayuda de un arnés, para disfrutar de una linda tarde a su lado.
Las escenas fueron grabadas por un conductor, quien desde su coche quedó gratamente sorprendido y con los ojos humedecidos con lo que vio.
Es evidente que los dos han forjado una amistad de por vida, y ahora en sus años dorados, se tienen el uno al otro para seguir creando los más lindos recuerdos que jamás olvidarán.
Prueba de la admirable devoción del anciano por su perro y las condiciones en que lo mantiene, es la estampa final en que se ve al perrito sonriente y realmente feliz, listo para su paseo.
Las escenas tocan la fibra más sensible de muchos en las redes, ojalá que todos los dueños de peluditos mayores aprendan de este hermoso gesto de amor. ¡Los perritos merecen eso y más!