Milo was crying in pain when his angel picked him up, after miraculously surviving several months on the streets.

Un ángel no pudo imaginar en la reacción de un perrito vulnerable al que quiso ayudar después de que pasara meses sufriendo en el desamparo de las calles.

Cada día, este héroe de animales alimenta alrededor de 80 perros en situación de calle que merodean en las cercanías de su casa; además, tiene lugares de comida estratégicamente ubicados en otras áreas para asegurarse de que ningún perro callejero tailandés pase hambre.

También ha rescatado a muchos perros de las calles y ha trabajado fuertemente para darles un verdadero hogar, bien sea en su hogar o en el de alguna familia que los pueda adoptar.

Uno de los perros que Michael Baines ha rescatado es Milo. Este perrito fue descubierto por primera vez por algunos estudiantes en la Universidad de Bangsaen.

Ellos se pusieron en contacto con Michael y le dijeron que habían visto un perro que claramente parecía estar sufriendo de algún tipo de enfermedad de la piel.

ángel

Cuando Michael llegó al sitio, encontró un cachorro vulnerable de 7 meses de edad que necesitaba ayuda y Michael sabía que debía actuar pronto.

No obstante, el pequeño Milo gritó de miedo cuando Michael trató de levantarlo.

«Me tomó unos cinco minutos poder agarrar y mantener a Milo con la ayuda de mi personal, luego fuimos a la clínica, donde pudimos determinar que él tenía sarna demodécica severa«, dijo Michael.

Inmediatamente, comenzaron el tratamiento. Milo era tan pequeño y frágil, no tenía casi nada de pelo en su cuerpo. Pero después de algún tiempo y con la ayuda de la medicación y el amor de su nueva familia temporal, su condición comenzó a mejorar.

Tras 50 días después de haberlo encontrado, Milo se sentía mucho mejor y estaba increíblemente saludable.

Michael pronto encontró el hogar perfecto para Milo, donde estará por siempre, en Phoenix, Arizona. La familia quiso adoptarlo pensando que se llevaría muy bien con los otros tres perros que ya tienen en su hogar.

Cuando transcurrieron 70 días desde que Michael hubiera salvado a Milo, era hora de decir adiós. Justo antes de Navidad, Milo viajó a los Estados Unidos para mudarse con su nueva familia.

Debemos agradecer a todas las personas que realizan labores de rescate a nuestros animales desamparados en todo el mundo. El trabajo de Michael es maravilloso y muy apreciado por todos los otros amantes de los perros.

Una demostración más de que con dedicación podemos salvar la vida de muchos que lo necesitan.