Cachorrito se acurruca en medio de la calle, y es rescatado justo a tiempo para salvarle la vida.

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¿En qué se ha convertido el mundo? Es algo que nos preguntamos cuando sabemos de un pequeño cachorro indefenso que agoniza en medio de la calle sin que su fragilidad parezca importarle a nadie.

Cachorro

El pequeño se encontraba solo en medio de la calle y su tristeza lo consumía, al igual que las pulgas que saltaban con libertad alrededor de su cuerpo. El asunto era terrible, pues la plaga se notaba a simple vista y era lógico que el cachorro necesitaba ayuda.

Era probable que el peludo hubiese nacido en la calle, aunque en ese caso extrañaba la ausencia de su mamá. Así que la otra posibilidad era que alguien sin corazón lo hubiese abandonado. Fuese una u otra la historia, lo cierto es que el samaritano estaba dispuesto a ayudarlo.

El samaritano que rescató al peludo buscó apoyo en los voluntarios de Animal Step, quienes no tuvieron inconveniente en hacer equipo con él para que este perrito saliera adelante. Por suerte, después de unos días el cachorro comenzó a ganar fuerzas y su salud fue mejorando.

La presencia de otro perro cerca de él parece haber animado mucho al cachorro, que descubrió en ese momento el valor de la familia y la amistad.

En ese momento comenzó a disfrutar los frutos de su resistencia en aquella calle en solitario, pues sus ganas de vivir le dieron a ese perro indefenso un nuevo comienzo.

Ahora podía jugar y descansar tranquilo en un lugar cómodo y sin preocupaciones. Las plagas que lo estaban comiendo desaparecieron y su anemia también pasó a ser parte de su pasado.

Justicia divina o muy buena suerte, no lo sabemos, pero lo cierto es que el cachorro pasó a ser un canino lleno de felicidad y un año después de su rescate no era ni la sombra de aquel animalito que se acurrucaba en el pavimento, mientras solo esperaba lo peor.

Como él, dos canes más se unieron al cuidado de esta familia y el grupo de perros rescatados creció. Un hecho que no representó ningún problema para el cachorro ya que no se trata de un animal celoso.

Definitivamente, hay que agradecerle al samaritano que decidió detenerse aquella tarde y sacar a este cachorro del abandono. Solo ese gesto bastó para que una ola de solidaridad arropara al animalito y tuviera una segunda oportunidad.