Hace mucho tiempo, las autoridades de control detectaron un animal peludo en un bosque. Llevaba un gran cinturón de cuero sujeto a una cadena y también estaba atado a un árbol.
El animalito se encontraba entre los huesos y parecía muy asustado. A juzgar por el paisaje, alguien lo había puesto allí con el objetivo expreso de matarlo. No tenía comida ni bebida en su mano.
“Cuando lo encontramos, estábamos seguros de que su existencia anterior había sido muy dolorosa”, dijo Courtney Bello, directora de rescate y rehabilitación de animales en Sennar.
Stewart lo llamó y lo llevó a un refugio. Los primeros días de cualquier cachorro en un refugio suelen ser difíciles, pero el caso de Stuart fue especialmente terrible. Se pasó todo el día encorvado en un rincón.
Cada vez que alguien intenta acercarse a él, no hace más que retroceder, gruñir y esconder su cabecita. Todos ellos son indicios contundentes de que sufrió un trato injusto y desagradable. Estaba tan asustado que nadie podía sacarle ese pesado collar de cuero.
Para un cachorro en estas condiciones puede ser muy difícil encontrar un hogar permanente. Sin embargo, los voluntarios estaban ansiosos por ayudarlo. Decidieron intentar darle más tiempo y espacio, pero nada funcionó.
Apenas comía y no podían llevarlo al veterinario. Fue entonces cuando Courtney decidió anestesiarlo para el traslado y realizarle una serie de pruebas.
El veterinario le dio un tratamiento para que pudiera empezar a recuperar fuerzas. Courtney aprovechó el momento en que el peludo estuvo anestesiado para retirarle esas terribles joyas.
Cuando Stuart despertó y se sintió libre de esa enorme carga, su comportamiento cambió para siempre. Primero se aventuró a mirar a los voluntarios y parecía dispuesto a intentar interactuar con ellos.
“Ese cinturón alrededor de su cuello era un peso de su historia. Cuando se lo quitamos, comenzó a abrirse e incluso meneó la cola”, recuerda Courtney.
Probablemente alguien escuchó los tristes suspiros de Stewart y se dio por vencido. Afortunadamente, este peludo se enfrentó a los más grandes rescatistas y ahora no hay duda de que se recuperará por completo.
No sabemos por lo que tuvo que pasar este pequeño perro para asustar tanto a la gente, pero cada acto de cariño que le brinden los rescatistas lo ayudará a dejar atrás su terrible pasado.
No te quedes sin publicar este mensaje para recordar que todos los cachorros merecen una segunda oportunidad.